LA RADIO EN CAJEME
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En las primeras décadas de este siglo Cajeme se proyectaba en el mapa nacional como un pueblo de promisión y atraídos por la feracidad de sus tierras inmigraba gente de todos los puntos cardinales, aún de los más distantes lugares, y su expansión era notable, no solo en el renglón agrícola sino en muchos otros que traían consigo los tiempos económicos bonancibles.

Ya al comenzar la tercera década había aquí una persona que se dedicaba a la reparación de radioreceptores, el señor Jesús del Razo, y con mayor experiencia y práctica su esposa, pues él se encontraba enfermo. Vivían en la parte posterior del Hotel Kuraika.

En 1932 llegaron procedentes de Durango los señores Max Martínez y José Ángel Alcántar Lugo, el primero murió en 1940, el segundo en 1987, pero antes nos dio estos interesantes datos que conservamos en su voz grabados en cinta magnetofónica. Estos señores conocieron aquí a un alemán radicado en Esperanza, Don Carlos Westell, quien nos interesó en la radio experimentación y formaron una pequeña estación transmisora que según palabras de Alcántar parecía de juguete, con una potencia de 5 y 10 watts, la instalaron por la calle Veracruz y tenía un radio primario de aproximadamente 8 kilómetros; el jefe de telégrafos los amagaba con confiscarla pues no tenían permiso ni para experimentar, estaba de “contrabando”; entonces aparece aquí el Licenciado Díaz que simpatizó con los muchachos de la radio y los invitó a continuar experimentando en su casa ya que él se sentía con fuero por haber sido gobernador de Sinaloa. Luego se les unió Emilio Manzanilla, entonces diputado local y tenía un pequeño negocio de reparación de baterías para automóvil.

A esta estación de juguete “la denominaron sus creadores XAP, pero la palomilla escribía por fuera las iniciales que según ellos le correspondía: KK CK.

Posteriormente, en 1941, vino de Los Mochis, Sinaloa el señor Felipe García de León a instalar la Radiodifusora XEOX.

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