DON FELIPE GARCIA DE LEON ESCOBAR
Nació en la Paz, B.C.S. el 8 de noviembre de 1912, segundo hijo del matrimonio formado por el Dr. José García de León y la Sra. Elisa Escobar de García de León. Sus abuelos maternos fueron el Sr. Felipe Escobar, originario de Guaymas, Son., y la Sra. Fidelia Valencia de Escobar, del poblado de Soyopa del mismo Estado. Sus abuelos paternos el Sr. Guadalupe García de León y Rita Meléndrez de García de León, ambos de San Miguel de Allende, Guanajuato.
A los 21 años luchaba por la vida al lado de su madre en Los Mochis, Sinaloa, en la “Botica Nueva”, negociación de su propiedad ubicada en la Calle Segunda y Callejón Badiraguato. Doña Elisa Q.E.P.D., era una mujer valiente, con gran espíritu de lucha ayudó a la formación de toda la familia proyectando su imagen de fortaleza como un ejemplo a seguir.
Corría el año de 1933 cuando el joven Felipe pasaba su vida entre cápsulas, papelitos, jarabes, tónicos y pomadas para diferentes achaques, germinaba en su mente el gusanito de la nueva ciencia-maravilla, la comunicación radio electrónica; estaba dando los primeros pasos en este camino fascinante, había iniciado sus estudios por correspondencia, ya que por ese tiempo no existían escuelas en México que pudieran satisfacer sus necesidades.
Cuando ya tenía 24 años de edad, adquirida alguna experiencia en el campo electrónico y obsesionado por los magníficos programas de XEW que escuchaba en un receptor de onda corta se animó a elevar una solicitud para la instalación de una radiodifusora comercial ante la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Por esa época, la escuela donde estudiaba le había enviado el circuito de un amplificador de audio, de 30 watts con bulbo de 6L6 de salida, este bulbo era lo más novedoso en electrónica. Construyó su amplificador de audio y sintió el empuje que lo hacía pasar a la práctica constructiva, lo que considera él la puerta que se abrió para llevarlo a la realización de sus más caros anhelos.
Ya una vez inoculado el virus del radio no hubo antídoto positivo que en forma de obstáculo destruyera sus propósitos de seguir adelante, aunque el camino paso a paso se tornara más escabroso. Habría que conseguir las partes y elementos para construir un transmisor de 250 watts, esto fue una tarea difícil. Platicando con sus amigos Chebo Jonson y el Dr. Covarrubias, abordaron el tema de la radiodifusora que quería instalar; el primero había desechado un transmisor de onda corta de 200 watts, le pidió que se lo vendiera. Comenta Felipe el Dr. me vio y dijo: “Regálaselo Chebo, tu para que quieres ese dinero”. El Chebo era hijo del Sr. Jonson, importante accionista de la United Sugar Company. Don Felipe ante estas evocaciones murmura como en oración: “Muchas gracias Chebo, donde quiera que estés”. – Chebo murió en un accidente aéreo en Mazatlán -.
El transmisor entró en período de gestación en un taller modestamente instalado a espaldas de la Botica Nueva y en sociedad con su compañero Fernando Gándara. Ahí construyó un amplificador de audio de 30 watts con dos bulbos 6L6 de salida.